Nuestro organismo necesita una serie de nutrientes esenciales para un óptimo funcionamiento, entre los que destacan las vitaminas. La carencia de estos elementos puede provocar enfermedades de diversa consideración, como puede ser la anemia.
Seguir una dieta saludable y equilibrada, como puede ser la mediterránea, es esencial para suministrar a nuestro cuerpo todo lo que necesita para un óptimo funcionamiento. Es importante comer de manera variada y sana para poder aportar todos los nutrientes necesarios. De hecho, una gran parte de la población de España presenta algún tipo de déficit de vitaminas o minerales, lo que resulta bastante preocupante según los expertos.
La sabiduría de nuestro cuerpo.
Como suele decirse, el cuerpo es sabio, así que cuando nuestro organismo detecta que sufrimos algún tipo de déficit nutricional, nos avisa con señales claras de que debemos cambiar nuestra alimentación o forma de vida. Algunas de las señales más claras que deben hacer saltar las alertas de que algo no marcha bien son:
- El cansancio
Si siempre tienes sueño, aunque duermas tus horas habituales o te cuesta moverte más de lo normal, puede ser que tu cuerpo tenga un importante déficit de vitaminas. Otros síntomas pueden ser la falta de concentración y la desgana para emprender cualquier tarea. Se debe principalmente a una falta de vitaminas del grupo B, que podemos encontrar sobre todo en las frutas y verduras, además de en las carnes magras, el pescado y los huevos.
Otro de los motivos para sufrir cansancio extremo puede ser la anemia, que se provoca por un bajo nivel de glóbulos blancos por un déficit de vitamina C. Si ese es tu caso, debes incorporar a tu dieta o aumentar el consumo de cítricos, pimientos rojos, tomates o fresas, entre otros.
- La caída del cabello.
Al estar en continuo crecimiento, el pelo también necesita de nutrientes para sobrevivir, con lo que, si se te cae de manera alarmante, escucha a tu cuerpo porque te está hablando. El estrés también puede ser el desencadenante de la caída del cabello, pero normalmente se debe a un déficit de vitaminas como, la A, la B8, la B12 o la C, además de minerales como el zinc. Algunos de los alimentos más recomendados para paliar este déficit de vitaminas son los ricos en ácidos grasos Omega 3, como los frutos secos, el aguacate o el pescado azul. También se recomienda tomar el sol al menos 10-15 minutos al día para aumentar los niveles de vitamina D.
- Cicatrización lenta de heridas e inflamación de las encías.
Algo a lo que quizás no le prestemos demasiada atención, pero es que un signo claro de tener un bajo nivel de vitaminas C y K, que tiene influencia en la coagulación de la sangre. Para aumentar el nivel de estos elementos, se recomienda el consumo de verduras de hoja verde, como coles o brócoli, siempre con el cocinado más suave posible para que no pierdan sus propiedades.
- Infecciones frecuentes
Esto puede ser síntoma de un bajo nivel de vitamina A, cuyos niveles son esenciales para un correcto funcionamiento del sistema inmunitario. Podemos encontrarla en gran cantidad de alimentos, como lácteos, carnes y pescados, además de en las frutas y verduras de color naranja, rojo o amarillo.
- Llagas
Si te salen llagas con frecuencia, puede que tu cuerpo te esté diciendo que necesita vitaminas y minerales como hierro, ácido fólico o vitaminas B9, B12 o C. Para aumentar los niveles, debes comer carne, pescado, huevos, legumbres o frutos secos.
- Cosquilleo en las extremidades
Una vez descartado que se trate de otro tipo de problema, si tienes cosquilleos sin motivo en las manos o los pies, puede deberse a que te faltan vitaminas, como la B6, la B9 o la B12. Para solucionarlo, debes comer nueces, lentejas y pescados, como las sardinas o el salmón.
- Problemas para ver por la noche
Si detectas que tienes problemas de visión cuando se pone el sol, puede deberse a una carencia de vitamina A, lo que puedes intentar aliviar comiendo alimentos como los que te recomendamos para el caso de las infecciones frecuentes.
Siempre es importante seguir una dieta equilibrada y no dar nada por sentado sin haber visitado a un profesional de la salud. Antes de un autodiagnóstico, lo mejor es que se descarten otras patologías y seguir siempre las recomendaciones de los sanitarios.