Pasos para cocinar
Empieza lavando y limpiando los langostinos. Para limpiarlos, retira la cabeza, pélalos y reserva solo el caparazón. En la parte dorsal de la cola del langostino, haz una pequeña incisión y con la ayuda de un palillo o la punta del cuchillo, jala cuidadosamente el intestino. Si se rompe, puedes hacer otro corte para retirar el resto.
Con las carcasas realiza un caldo concentrado que ayudará a potenciar el sabor. Para ello pon a hervir una olla junto con las carcasas reservadas, luego cuela y reserva el fondo.
Pon una sartén a fuego y vierte un chorro de aceite. Cuando esté caliente agrega la cebolla finamente picada y sofríe moviendo de tanto en tanto hasta que se vea translúcida.
Añade el ajo molido y los tres tipos de ajíes (ají amarillo, ají mirasol y ají panca). Este aderezo estará listo cuando obtenga la textura de una mermelada y empiece a separarse ligeramente de la grasa.
Vierte el fondo de langostinos por cucharones, con un par de cucharadas será suficiente, no queremos una salsa muy líquida. Deja que llegue a ebullición y reserva.
Mientras salsa hervor, remoja el pan en la crema de leche hasta que esté completamente deshecho.
Aparte, calienta otra sartén, coloca un cubo grande de mantequilla y deja que se derrita. Cuando esté bien caliente, vierte las colas de langostino. Con una pinza espárcelas por toda sartén y deja sellar, después voltéalos y deja que se doren de nuevo.
Rápidamente, sin dejar que los langostinos se cocinen por completo, vierte un chorro de vino blanco y saltea hasta evaporar.
Sobre estos langostinos salteados, añade el contenido de la sartén que se preparó primero, la crema de leche con pan y los quesos rallados.
Mezcla bien, deja espesar y que los quesos se derritan, rectifica la sazón, agrega el perejil picado y sirve inmediatamente.
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