Pasos para cocinar
Coloca la leche condensada en el refrigerador durante la noche para mantenerla bien fría.
Sacamos la leche condensada del frigorífico, la ponemos en un bol y batimos con unas varillas como si fuera nata.
Cuando la mousse empiece a espesar añadimos el azúcar en polvo y el zumo de limón y batimos un rato hasta que esté bien montada y cremosa.
Vertemos en los vasitos y metemos en el frigorífico un par de horas hasta que cuaje y se compacte aún más.
Decoramos la mousse de limón fácil con una rodajita de limón, o un poco de ralladura de limón.
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