Hemos podido acceder a los resultados de un reciente estudio clínico de la Universidad de Barcelona, a cargo de la Catedrática de Nutrición María Izquierdo, sobre los beneficios de consumir nueces antes de dormir y su efecto sobre el sueño y la melatonina.
La relación entre el sueño y la alimentación.
No decimos nada nuevo al afirmar que descanso y alimentación van de la mano y que lo que comemos nos afecta para todo, incluido el sueño. Seguir una alimentación saludable y unas pautas de sueño constantes y equilibradas es un gran paso para mantener una buena salud y calidad de vida.
Está demostrado que cuando hemos pasado mala noche, tendemos a comer más y peor, sobre todo, alimentos ricos en azúcares y grasas. Y a la inversa igual: si hemos comido mucho, es más probable tener problemas para conciliar el sueño y que es descanso no sea de calidad.
Los beneficios de la dieta en el sueño.
Al hilo de lo anterior, la Catedrática de Nutrición de la Universidad de Barcelona, María Izquierdo, afirma que seguir una dieta mediterránea de manera constante tiene una gran incidencia en un sueño de calidad, según un estudio anterior a su reciente investigación al respecto en el que se analizaron patrones de más de 900 jóvenes de nuestro país.
Y es que hay alimentos, como las nueces, que nos ayudan tanto a conciliar el sueño como a que este sea de calidad.
El alimento que nos ayuda a dormir más y mejor.
El alto contenido en melatonina, una de las hormonas que regulan el sueño, que tienen las nueces las convierten en nuestro mejor aliado a la hora de descansar. Siempre se ha relacionado a este fruto seco con la calidad de vida, la salud y la dieta mediterránea, pero en realidad existía poca base científica y apenas algunos estudios que lo relacionaban. Hasta ahora.
Hace algunas semanas se presentaba el reciente estudio de la Catedrática de Nutrición, María Izquierdo, en las jornadas “30 años de investigación en salud de Nueces de California”, en la que también se publicaron otros estudios relacionados con la materia.
El resultado de la investigación.
Tras años de estudio y análisis, la profesora Izquierdo reveló que se ha demostrado que el consumo de una ración de unos 40 gramos de nueces al día, bien como merienda, bien como parte de la cena o incluso después de esta, hace que la melatonina aumente de manera significativa.
Al mismo tiempo, los participantes en el estudio consiguieron tener una mayor calidad en el sueño y redujeron la latencia, que es el tiempo que se tarda en conciliarlo. También presentaban una menor somnolencia al día siguientes de haber consumido las nueces.
En resumen y como conclusión, podemos afirmar que comer a diario un puñado de nueces, además de otros múltiples beneficios para nuestro organismo, aumenta los niveles de melatonina y ayuda a tener un descanso de más calidad. Ninguno de los participantes en el estudio aumentó de peso ni sufrió otro tipo de consecuencias.
La investigación contó con alrededor de 80 participantes, todos adultos jóvenes, que pasaron 18 semanas sometidos a estudio. Durante las primeras 8 semanas consumieron a diario una ración de nueces y, pasado ese tiempo, dejaron de consumirlas durante una temporada para analizar una serie de parámetros tanto al principio como durante y al final de cada etapa. Se valoraron tanto parámetros relacionados con el sueño como con el estado anímico de cada uno de los participantes.
Otros estudios sobre los beneficios de las nueces
En las mismas jornadas se presentaron otras investigaciones sobre el consumo de nueces, como la del doctor Emilio Ros, del Institut d’Investigacions Biomèdiques August Pi i Sunyer, del Hospital Clínic de Barcelona.
Algunas de las conclusiones a las que se ha llegado tras el estudio es a la posible relación entre el consumo de nueces y una reducción del riesgo de padecer enfermedades crónicas, en especial las relacionadas con la edad, como la diabetes, las patologías cardiovasculares o los trastornos neurodegenerativos.
Según este estudio, también se observa un patrón de reducción del colesterol-LDL y del número de partículas LSL, lo que tiene un efecto antiinflamatorio y evita el aumento de peso corporal. Así que, según esta investigación, las nueces son un alimento perfecto para potenciar tanto la salud cardiovascular como la cerebral.
Otros beneficios del consumo de nueces
El tercer estudio que se presentó durante las jornadas hablaba sobre el efecto del consumo frecuente de nueces sobre el desarrollo cognitivo de los adolescentes. A cargo de la investigadora Ariadna Pinar, del Instituto de Investigación Pere Virgili, del Grupo de Neurociencia Clínica y Epidemiológica, las conclusiones de la investigación son que comer un puñado de nueces al menos tres veces por semana puede provocar mejorar considerables en las habilidades cognitivas, como la atención, la inteligencia o las funciones neuropsicológicas.
Durante las mismas jornadas también se pudo escuchar a la nutricionista Julia Farré, directora del Centro de Nutrición Julia Farré, que habló de algunos de los principales nutrientes de las nueces, como su alto contenido en ácido alfa-linolénico y en ácidos grasos Omega-3 de origen vegetal, así como su capacidad antioxidante. También hizo referencia a otro tipo de beneficios nutricionales, como el aporte en proteínas, vitamina B6, fibra y minerales, como el potasio, el magnesio o el fósforo, que convierten a las nueces en un alimento indispensable para seguir una dieta saludable y equilibrada.