Las mejores recetas de capirotada

La capirotada es un postre típico de gran parte de México, sobre todo de la zona de Aguascalientes, Chihuahua, Jalisco y San Luis de Potosí, entre otras muchas regiones. Es un plato tradicional que se ha ido heredando generación tras generación y que, pese a la humildad de su origen y sus ingredientes, está realmente delicioso. Se suele consumir principalmente en época de Cuaresma, aunque cada vez se extiende más su consumo a lo largo del año, además de haber traspasado fronteras y llegar hasta otros países.

Variedad de ingredientes y recetas.

Como suele pasar con las recetas tradicionales y como dice el refrán, “cada maestrillo tiene su librillo”. La receta ha ido pasando por muchas manos a lo largo de los años, que han ido añadiendo o quitando ingredientes para que en cada región e, incluso en cada familia, tenga un toque especial.

La base de toda capirotada es el pan viejo, de días anteriores. Y, dependiendo de la zona en la que se prepare, van cambiando el resto de ingredientes. Es común añadirle frutos secos, sobre todo cacahuetes; fruta, como plátano; y darle un toque final con queso rallado por encima.

Lo que no puede faltar en una buena capirotada.

El ingrediente principal, como hemos mencionado anteriormente, es pan viejo, es decir, pan de varios días, nunca recién hecho. La capirotada es un plato humilde que, además sirve para aprovechar el pan duro de una manera deliciosa.

Otro de los ingredientes principales de toda buena capirotada es el piloncillo, como lo llaman en México, aunque recibe diferentes nombres en todo el mundo, como panela, rapadura o chancaca. Pero, ¿qué es en realidad el piloncillo? Es un dulce muy típico de América y Asia que se elabora a partir del jugo no destilado de la caña de azúcar. Tiene un sabor ligeramente anisado, además de ser un edulcorante natural rico en minerales esenciales. Es uno de los ingredientes básicos de la capirotada, pero también de otros muchos platos tradicionales.

El queso también es esencial para preparar una buena capirotada. Normalmente se presenta rallado, aunque en algunas recetas se puede ver en pequeños tacos. También dependiendo de la región en la que se prepare, se opta por un queso u otro, aunque suele tratarse de un queso de mesa tipo manchego, aunque en muchas zonas utilizan más quesos propios, como el queso chihuahua o el ranchero.

Los cambios según la región en la que se prepare la capirotada.

Como ya hemos dicho, la base de pan viejo es común a la receta, pero el resto de ingredientes puede ir cambiando según la región o, incluso, la persona que lo prepare. Dar un toque personal a los platos tradicionales es parte de su encanto y lo que los hace más especiales todavía.

Por ejemplo, en Jalisco normalmente no se le suele añadir fruta y se opta más por los frutos secos, como cacahuetes y pasas, aunque siempre con piloncillo y queso rallado. En Chihuahua también se tira por los frutos secos, añadiendo capas de cacahuetes y nueces entre el pan. También se le añade leche al piloncillo para que esté más cremoso y mucha gente lo decora con grageas de colores para darle un toque diferente y más original.

En la zona centro del país no se suele añadir fruta ni frutos secos a la capirotada, con un resultado similar a las torrijas que conocemos en España. Es un plato típico de Semana Santa, concretamente de los viernes de Cuaresma.

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