La sal marina y la sal de mesa son dos tipos diferentes de sal utilizados en la cocina y la alimentación, y su principal diferencia radica en su origen, proceso de producción y contenido mineral. Aquí te explico las diferencias clave:
1. Origen:
– Sal marina: Se obtiene evaporando agua de mar en piscinas poco profundas o mediante métodos de evaporación solar y eólica. A medida que el agua se evapora, los cristales de sal se forman y se recogen manualmente o mediante maquinaria.
– Sal de mesa: También conocida como sal de roca o sal común, se extrae de minas subterráneas mediante procesos de perforación y extracción.
2. Proceso de producción:
– Sal marina: Suele someterse a un proceso mínimo de refinamiento, lo que significa que contiene pequeñas cantidades de minerales y oligoelementos que le dan un sabor más complejo y a menudo más suave.
– Sal de mesa: Es sometida a un proceso de refinamiento más riguroso para eliminar impurezas y minerales adicionales. Como resultado, la sal de mesa es principalmente cloruro de sodio, con aditivos añadidos como agentes antiaglomerantes (por ejemplo, yoduro de potasio) para evitar que se forme grumos.
3. Contenido mineral:
– Sal marina: Debido a su proceso de producción menos refinado, la sal marina retiene algunos minerales y oligoelementos presentes naturalmente en el agua de mar, como magnesio, calcio, potasio y otros.
– Sal de mesa: Es principalmente cloruro de sodio, con muy pocos minerales o rastros de otros elementos, ya que se eliminan durante el proceso de refinamiento.
4. Textura y sabor:
– Sal marina: Por lo general, tiene una textura más gruesa y una apariencia ligeramente húmeda debido a la presencia de minerales. Su sabor puede variar según la región y el método de producción, pero a menudo se describe como más sabrosa y menos intensa que la sal de mesa.
– Sal de mesa: Es más fina y seca, lo que la hace adecuada para espolvorear uniformemente sobre los alimentos. Tiene un sabor más simple y salado debido a su alto contenido de cloruro de sodio.
En resumen, la sal marina es menos procesada, contiene más minerales y tiene un sabor más complejo, mientras que la sal de mesa es más refinada, principalmente cloruro de sodio y tiene un sabor más simple. La elección entre ambas dependerá del gusto personal y las preferencias culinarias de cada individuo.