Aquí tienes cinco trucos efectivos para cortar cebolla sin llorar:
1. Enfría la cebolla
– Método: Coloca la cebolla en el refrigerador o congelador por unos 15 minutos antes de cortarla. Esto reduce la liberación de los compuestos de azufre que irritan los ojos.
– Por qué funciona: El frío ralentiza la reacción química en la cebolla, haciendo que libere menos gases irritantes.
2. Corta junto a un ventilador o ventilación
– Método: Corta la cebolla con un ventilador encendido o junto a una ventilación que extraiga el aire.
– Por qué funciona: El ventilador aleja los gases de tus ojos, reduciendo la posibilidad de que los compuestos lleguen a irritarlos.
3. Usa un cuchillo afilado
– Método: Asegúrate de que el cuchillo esté bien afilado antes de empezar a cortar.
– Por qué funciona: Un cuchillo afilado reduce el daño a las células de la cebolla, liberando menos compuestos de azufre y minimizando la irritación ocular.
4. Corta bajo agua o humedece la tabla
– Método: Si cortas la cebolla bajo un chorro de agua o sobre una tabla mojada, el agua ayuda a neutralizar los gases.
– Por qué funciona: El agua disuelve los compuestos de azufre antes de que lleguen a tus ojos.
5. Deja el extremo de la raíz para el final
– Método: Corta la cebolla desde el lado opuesto a la raíz y deja la raíz intacta hasta el último momento.
– Por qué funciona: La mayor concentración de compuestos sulfurados está en la raíz, así que al dejarla para el final, reduces la cantidad de gases liberados mientras cortas.
Estos trucos pueden ayudarte a reducir o evitar el molesto lagrimeo al cortar cebolla. ¡Prueba combinarlos para lograr el mejor efecto!