Uno de los “remedios” más extendidos para cualquier gripe o malestar es el caldo de res. Se trata de una preparación que resulta sumamente práctica no solo para las personas enfermas, sino para cualquiera que desee incluir más nutrientes en su alimentación. El caldo es rico en hierro, aminoácidos, vitamina B12, B6, magnesio, zinc, proteínas y fibra. En la cocina, puede ser la base de incontables y deliciosos platillos. Existen muchas formas de prepararlo y es común que cada familia tenga su toque particular, pero si necesitas algo de inspiración, puedes tomar como guía cualquiera de estas 5 recetas.
1. Caldo de res básico
Es una de las formas más fácil de preparar caldo de res, así que solo necesitarás tiempo. Una ventaja de esta receta es que puedes aprovechar esos restos de vegetales que seguramente tienes en la nevera. Para hacer 1 litro de caldo, lava muy bien entre 750 g y 1 kg de huesos de res en trozos y ponlos en una olla con 2 litros de agua. Añade media taza de cada uno de estos picados: cebolla, zanahoria, apio, puerro y pimentón, además de 2 hojas de laurel, un puñado de perejil y media cabeza de ajo. Cocina a fuego alto hasta que hierva, reduce a fuego bajo y deja cocinar por al menos una hora. Apaga, deja reposar un rato y cuela para que solo te quede el líquido. Guarda en la nevera al menos tres horas (puedes incluso dejarlo de un día para otro) y verás que la grasa se ha solidificado en la superficie. Retírala con una cuchara o espumadera y listo, ya tienes un nutritivo caldo base para cualquier receta. Puedes congelarlo por hasta tres meses.
2. Caldo de res colombiano
En Colombia, el caldo no es solo para el almuerzo. De hecho, el típico desayuno santandereano consiste en caldo acompañado de arepa (una especie de pan de maíz) y carne asada. Sin embargo, el caldo en sí es bastante simple, así que en realidad no resulta tan pesado. En este caso, se usan huesos de res en trozos igual que en la receta anterior pero con su carne (pídelos así en la carnicería, puedes usar costillas u osobuco). Se cocinan en agua a fuego medio con un poco de sal y ajo picado. Cuando la carne ya esté blanda, se agrega papa cortada en cubos. Cuando estas estén cocidas, se añade cilantro y cebolla picados finamente. Cocinar 5 minutos más y apagar el fuego. Se sirve cada plato con caldo y una porción de hueso con carne.
3. Caldo de carne español
Concentrado y de sabor intenso, este tipo de caldo es especial para preparaciones de la gastronomía española como la paella de carne o un entrecot. Pero también es delicioso y nutritivo por sí solo. En una olla agrega agua, carne de res (como falda o brazuelo), un hueso de rodilla de ternera, un hueso de caña (hueso que tiene el tuétano en el centro), un trozo de chorizo, cebolla, zanahoria, puerro, perejil y sal. Deja cocinar a fuego lento unas dos horas, hasta que veas que el líquido se ha reducido a la mitad. Retira la carne (puedes usarla en otras preparaciones) y los vegetales y cuela. Rectifica la sal si es necesario. Aquí también puedes llevar a la nevera y esperar que la grasa se solidifique para eliminarla.
4. Caldo de res mexicano
Este caldo es una explosión de sabor. Lleva al fuego una olla con trozos de carne de res con hueso (costilla, osobuco, etc.) en abundante agua con una cabeza de ajo, hojas de laurel y sal, a fuego alto. Cuando hierva, retira la espuma que se haya formado, tapa la olla y sigue cocinando a fuego bajo unas dos horas, o hasta que la carne esté blanda. Retira el laurel y el ajo, agrega papas, cebolla y zanahorias cortadas y elotes (maíz) en trozos. Añade un poco más de agua, rectifica la sal y la pimienta y sigue cocinando hasta que las papas estén blandas. Retira las papas, los elotes y la carne y reserva. Agrega repollo verde cortado en trozos y cilantro picado. Cocina otros 15 o 20 minutos. Apaga, deja reposar unos 15 minutos, vuelve a ponerle las papas, los elotes y la carne y sirve. Es común en México servir con tortillas de maíz, gajos de limón y salsa picante.
5. Caldo de res con huesos asados
Esta es una variante un poco más complicada, pero que vale la pena. Es una de las formas más comunes de hacer caldo de res en Estados Unidos y Europa. Pídele a tu carnicero huesos de res que tengan bastante tuétano, en trozos para que esta médula quede expuesta. Compra también carne para estofar, como falda, en trozos. En una bandeja grande, hornea a 400ºF (205ºC) durante unos 45 minutos los huesos, la carne, cebolla en cuartos y zanahoria en rodajas gruesas. A la mitad del tiempo voltea los huesos y la carne para que se horneen uniformemente. Los huesos deben quedar marrón dorado, cuida que no se quemen. Ahora, pasa todo a una olla. Agrega agua caliente a la bandeja y con ayuda de una espátula “raspa” toda esa carne y grasa que quedó en la bandeja al hornear la carne y los huesos. Echa todo eso también en la olla. Añade apio, ajo, perejil, hojas de laurel y granos de pimienta. Agrega agua hasta cubrir. Cocina a fuego alto hasta que hierva y entonces reduce a fuego bajo, cocina así entre 3 y 6 horas. No remuevas el caldo mientras. Retira la espuma y la grasa que se irá acumulando de vez en cuando en la superficie. Al terminar la cocción, retira todos los huesos y la carne y pasa por un colador fino para obtener un hermoso caldo dorado. Refrigera y después retira la grasa solidificada.